La tortícolis del recién nacido es mucho más frecuente
desde que se acuesta a los bebés de espaldas. Esta tensión muscular se acompaña
normalmente de una deformación del cráneo, llamada Plagiocefalia. Hablemos de
la tortícolis del recién nacido con algunos especialistas en el tema.
Lejos de ser benigna, la asociación
tortícolis y Plagiocefalia en el recién nacido puede tener repercusiones
importantes en la salud futura del niño, como problemas ortopédicos. De ahí la
importancia de tratar la tortícolis de manera precoz y prevenir la deformación del
cráneo.
Tortícolis
del recién nacido y Plagiocefalia: afecciones muy frecuentes
La tortícolis congénita del recién
nacido es una afección que se caracteriza por una contracción y/o retracción
más o menos importante del músculo esternocleidomastoideo (músculo del cuello).
Se manifiesta con la inclinación de la cabeza hacia un lado y el mentón girado
hacia al lado opuesto a la inclinación.
La mayoría de las tortícolis de los
recién nacidos (80%) son tortícolis musculares. Se deben a una retracción del
músculo esternocleidomastoideo y limitan la amplitud de rotación del cuello.
Este tipo de tortícolis está presente desde el nacimiento o se manifiesta en
las primeras semanas de vida. “Esta tortícolis muscular está asociada con la
posición en el vientre de la madre, especialmente en el caso de embarazos
gemelares, con una presentación en asiento o cuando hay poco líquido amniótico,
o a traumatismos durante el parto, sobre todo cuando se utilizan fórceps o
ventosas",
informa el Prof. Guillaume Captier1, cirujano
pediátrico del Hospital Lapeyronie (Montpellier). “A menudo se detectan
lesiones asociadas a esta tortícolis muscular: posiciones incorrectas de los
pies o asimetría de abducción de las caderas”, añade Véronique Callens2,
kinesiterapeuta en Compiègne.
El 20% restante son las llamadas
tortícolis posturales: el niño tiene una posición preferencial, es decir,
coloca la cabeza siempre del mismo lado, normalmente desde los primeros días de
vida, lo que comporta un desequilibrio muscular y una contractura muscular del
costado sobresolicitado.
Asociada a dormir de espaldas, la
presencia de una tortícolis, ya sea muscular o postural, desencadena una Plagiocefalia,
es decir, una deformación posterior del cráneo. "El hecho de estar siempre
en la misma posición debido a la presencia de una tortícolis da lugar a que la
cabeza se aplane de un lado", explica el Dr. Thierry Marck3,
pediatra en París. De este modo, una tortícolis en el lado izquierdo comporta
un aplastamiento del costado derecho del cráneo y viceversa.
Hablamos de braquicefalia cuando
toda la parte trasera del cráneo se aplana. "Globalmente, las
deformaciones del cráneo son más graves cuando se trata de una tortícolis muscular:
la frente y la cara también pueden verse afectadas", indica el Prof.
Captier. Por otra parte, a menudo es la constatación de la Plagiocefalia lo que
alerta a los padres y permite detectar una tortícolis en una consulta médica.
La prevalencia de tortícolis y Plagiocefalia
ha aumentado mucho en las últimas décadas. "Hace 20 años, la prevalencia
de Plagiocefalia era de un 2%, mientras que hoy en día es del 35 o 40%, y como
un gran número de Plagiocefalias se asocian a una tortícolis, puede decirse que
esto va en aumento", informa David Dessauge4, osteópata
especialista en osteopatía pediátrica y perinatal.
El hecho de dormir de espaldas, que
se ha recomendado durante unos veinte años para reducir los riesgos de muerte
súbita del recién nacido, es en parte responsable de esta explosión de casos.
Esta posición no fisiológica para un bebé que acaba de nacer favorece el
posicionamiento de la cabeza en rotación.
Pero los estudios clínicos que se están llevando a cabo también avanzan otros motivos para este aumento. “Se piensa en factores sociales: la edad de la madre, el elevado número de embarazos gemelares, que hacen que el feto tenga menos espacio en el vientre, las técnicas de parto..." menciona David Dessauge.
Pero los estudios clínicos que se están llevando a cabo también avanzan otros motivos para este aumento. “Se piensa en factores sociales: la edad de la madre, el elevado número de embarazos gemelares, que hacen que el feto tenga menos espacio en el vientre, las técnicas de parto..." menciona David Dessauge.
Los especialistas consultados
lamentan la inexistencia de tratamientos o tratamientos demasiado tardíos para
estas tortícolis, especialmente para las tortícolis musculares que, a
diferencia de las postulares, no desaparecen por sí solas. Una tortícolis no
curada o mal curada desencadena problemas estéticos –cabezas asimétricas- y
funcionales.
“Los estudios retrospectivos nos demuestran que estas tortícolis-Plagiocefalias no tratadas dan lugar a problemas ortopédicos de tipo escoliosis, problemas ORL y oftalmológicos, de ortodoncia o incluso problemas cognitivos y psicomotores”, informa el osteópata. De ahí la importancia de un diagnóstico y un tratamiento precoces, antes de los 3 o 4 meses.
“Al cabo de unos 3 o 4 meses, se pueden observar asimetrías importantes en el cráneo, que deben tratarse con un casco pasivo o dinámico, que se apoya sobre las zonas prominentes", explica el Dr. Thierry Marck, que está a favor de un diagnóstico sistemático de la tortícolis en el nacimiento. “Sin embargo, no se ha demostrado la eficacia del tratamiento con casco”, matiza el Prof. Captier. Por tanto, ¡más vale prevenir!
“Los estudios retrospectivos nos demuestran que estas tortícolis-Plagiocefalias no tratadas dan lugar a problemas ortopédicos de tipo escoliosis, problemas ORL y oftalmológicos, de ortodoncia o incluso problemas cognitivos y psicomotores”, informa el osteópata. De ahí la importancia de un diagnóstico y un tratamiento precoces, antes de los 3 o 4 meses.
“Al cabo de unos 3 o 4 meses, se pueden observar asimetrías importantes en el cráneo, que deben tratarse con un casco pasivo o dinámico, que se apoya sobre las zonas prominentes", explica el Dr. Thierry Marck, que está a favor de un diagnóstico sistemático de la tortícolis en el nacimiento. “Sin embargo, no se ha demostrado la eficacia del tratamiento con casco”, matiza el Prof. Captier. Por tanto, ¡más vale prevenir!
Las tortícolis musculares son
tratadas de manera pluridisciplinar, con sesiones de osteopatía y
kinesiterapia. Se requieren unas 3 ó 4 sesiones de osteopatía y unas veinte
sesiones de kinesiterapia.
“La finalidad es conseguir una simetría muscular y articular, una alineación postural y un desarrollo motor correcto", explica Véronique Callens. Si esta rehabilitación se lleva a cabo antes de los 3-4 meses, los estudios demuestran que los resultados son excelentes en prácticamente el 100% de los casos. En cambio, a partir de los 6 meses, se constatan menos de un 40% de buenos resultados. Cuando se instaura la retracción muscular, debe intervenirse de forma quirúrgica, aunque esta situación es poco frecuente. “Sólo un 5-10% de los niños con tortícolis muscular son operados", precisa el Prof. Captier.
“La finalidad es conseguir una simetría muscular y articular, una alineación postural y un desarrollo motor correcto", explica Véronique Callens. Si esta rehabilitación se lleva a cabo antes de los 3-4 meses, los estudios demuestran que los resultados son excelentes en prácticamente el 100% de los casos. En cambio, a partir de los 6 meses, se constatan menos de un 40% de buenos resultados. Cuando se instaura la retracción muscular, debe intervenirse de forma quirúrgica, aunque esta situación es poco frecuente. “Sólo un 5-10% de los niños con tortícolis muscular son operados", precisa el Prof. Captier.
“Resulta indispensable prevenir la Plagiocefalia
cuando un recién nacido presenta una tortícolis postural", recalcan
nuestros especialistas. De hecho, la tortícolis experimenta una regresión
espontánea al cabo de algunos meses, pero la deformación craneal persistirá,
con la posibilidad de que se produzcan los problemas posteriores que hemos
mencionado.
¿El tratamiento? ¡Actuar en las posturas! Ya sea estimulando el costado menos utilizado (estimulación sonora, visual), alternar la posición de la cabeza en la cama, procurar que haya una buena alineación entre la cabeza, tronco y cadera en la cuna o la hamaca, dar el biberón o de mamar en el costado opuesto a la lesión, llevar al bebé en posiciones diferentes (espalda contra el vientre, inclinado sobre el costado, tumbado sobre el antebrazo...).
Estas técnicas de prevención pueden combinarse con sesiones de kinesiterapia y osteopatía si el niño requiere un tratamiento más completo. “Si aplicamos estos buenos consejos de manera muy precoz, el desequilibrio muscular será reabsorbido y no aparecerá la Plagiocefalia", afirma Véronique Callens. “Este trabajo sobre la postura del niño también resulta valioso en el caso de las tortícolis musculares, en combinación con la rehabilitación”, precisa.
“Aunque lo ideal sigue siendo prevenir la tortícolis postural”, concluye el Dr. Marck. Sí, ¿pero cómo? “Al principio, acostando al bebé de lado, alternativamente, durante las dos primeras semanas, o, si le acostamos de espaldas, cambiando la posición de la cabeza después de cada toma de leche, y evitando que esté demasiado tiempo tumbado en una cuna o hamaca”, aconseja el pediatra. Asimismo, no dudéis en poner al niño boca abajo más veces al día cuando esté despierto, evidentemente vigilándolo en todo momento.
¿El tratamiento? ¡Actuar en las posturas! Ya sea estimulando el costado menos utilizado (estimulación sonora, visual), alternar la posición de la cabeza en la cama, procurar que haya una buena alineación entre la cabeza, tronco y cadera en la cuna o la hamaca, dar el biberón o de mamar en el costado opuesto a la lesión, llevar al bebé en posiciones diferentes (espalda contra el vientre, inclinado sobre el costado, tumbado sobre el antebrazo...).
Estas técnicas de prevención pueden combinarse con sesiones de kinesiterapia y osteopatía si el niño requiere un tratamiento más completo. “Si aplicamos estos buenos consejos de manera muy precoz, el desequilibrio muscular será reabsorbido y no aparecerá la Plagiocefalia", afirma Véronique Callens. “Este trabajo sobre la postura del niño también resulta valioso en el caso de las tortícolis musculares, en combinación con la rehabilitación”, precisa.
“Aunque lo ideal sigue siendo prevenir la tortícolis postural”, concluye el Dr. Marck. Sí, ¿pero cómo? “Al principio, acostando al bebé de lado, alternativamente, durante las dos primeras semanas, o, si le acostamos de espaldas, cambiando la posición de la cabeza después de cada toma de leche, y evitando que esté demasiado tiempo tumbado en una cuna o hamaca”, aconseja el pediatra. Asimismo, no dudéis en poner al niño boca abajo más veces al día cuando esté despierto, evidentemente vigilándolo en todo momento.
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en la adolescencia › Salud del bebé
T: 676008277 / 918992849 E-mail:
almudena503@hotmail.com
TRATAMIENTO
PROFESIONAL APLICADO POR: ALMUDENA CHECA APARICIO:
OSTEOPATA
FORMADA EN LA ESCUELA DE OSTEOPATIA "GAIA" (1997-1999)
Curso de Osteopatía Tradicional en
AFIR-DIREMA impartido por el profesor francés
JACQUES GUIDONI DO, Madrid. 2002-2003.
JACQUES GUIDONI DO, Madrid. 2002-2003.
PROFESORA DE YOGATERAPIA, FORMADA EN EL
CENTRO DE YOGATERAPIA ASANGA DIRIGIDO POR EL DR. MIGUEL FRAILE.
Curso de Anatomía y Preparación al Nacimiento (2008)
en Centro L´Eix de Pedagogía Corporal, impartido por Blandine Calais-Germain y
Nuria Vives Parés en Palafrugell, (Girona.)
TERAPEUTA
METODO RUBIO AVALADA POR EL OSTEOPATA DOMINGO RUBIO,
CREADOR DE DICHO METODO PARA COLICOS LACTANTES)
DIPLOMADA
EN FORMACIÓN ESPECIALIZADA DE OSTEOPATÍA INFANTIL EN IFENTI (INSTITUTO DE
FORMACIÓN Y DESARROLLO CLÍNICO EN TERAPIAS INFANTILES.)
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y tranquilidad vuestra y del bebe.
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