miércoles, 2 de noviembre de 2016

Osteopatía para bebés, prevenir antes que curar.



Creado por Arvila Magna 22 jul, 2014
Esta especialidad osteopática permite tratar el cuerpo de bebés y niños para evitarles futuras enfermedades o patologías, pero es todavía una disciplina poco desarrollada en nuestro país
¿Sabías que los cólicos de tu bebé pueden curarse con una simple maniobra osteopática? ¿Que muchos lactantes lloran por las tensiones de ciertas cadenas musculares en el momento del parto? Esto son solo dos ejemplos de casos en los que la osteopatía pediátrica se convierte en una fiel aliada para tratar los problemas de los bebés. Se trata de una disciplina poco desarrollada en nuestro país, pero altamente gratificante para el especialista, porque permite ayudar a prevenir futuros problemas físicos. Y, lógicamente, también es beneficiosa para los propios bebés, a los que a menudo no se trata de la manera correcta.
En la inmensa mayoría de los casos, el parto se produce en un quirófano, con la
mujer tumbada en una postura que impide que la gravedad ayude al niño a salir. Esto implica que en ocasiones sea necesario recurrir a fórceps o ventosas, que pueden provocar movimientos de los huesos del cráneo. Los problemas que pueden surgir de este momento tan trascendental en nuestra vida podrían evitarse si, en la misma sala de partos, estuviera presente un osteópata, como ya ocurre en otros países. O, al menos, sería necesario que tras los partos instrumentales, las cesáreas o los partos prematuros o de más de 40 semanas, un osteópata pudiera visitar al recién nacido, con el fin de prevenir posibles complicaciones. Otros casos en los que sería necesario acudir a un osteópata tras el parto serían los siguientes:
Cesárea
Bebés prematuros o con retardo
Parto con fórceps o ventosas
Fase expulsiva prolongada (más de una hora)
Plagiocefalia (deformidad craneal)
Problemas viscerales, respiratorios y ORL (oídos)
Problemas oftalmológicos
Patología neurológica y estructural (tortícolis congénita, dificultades en la succión, etc…)
Escoliosis y problemas estructurales
En un parto normal, el ritmo de respiración primaria (del sistema nervioso) del bebé se activa con las contracciones, y en el momento de nacer, la madre transmite bifidubacterias vaginales, que inmunizan al recién nacido ante posibles patologías. Todo esto no sucede con un parto por cesárea, de modo que el bebé nace con un sistema inmunitario más débil y se expone a sufrir otitis, bronquitis y otras patologías respiratorias. Dichas patologías podrán corregirse más adelante con osteopatía, pero podrían evitarse si fuera posible realizar un parto natural sin poner en riesgo ni a la madre ni al niño.
En relación con el parto, el uso de la epidural, que se administra para evitar el dolor, evita también la conexión emocional del recién nacido con la madre, porque la madre, en ese momento tan importante, se desconecta. Y esto puede tener consecuencias emocionales en la relación madre-hijo que podrían requerir tratamiento especializado. Por ello, creemos necesario que la madre disponga de toda la información de los efectos adversos de esta anestesia.
Niños que no deberían llorar
Otro caso en el que la osteopatía puede contribuir es el de los llantos del niño. Un bebé que llora no lo hace por capricho, sino porque puede ser que tenga tensa una cadena muscular. Esta tensión le provoca molestias cuando está tumbado, por esto, cuando sus padres lo cogen en brazos, se le pasa el llanto. Una simple maniobra osteopática puede ajustar esta cadena muscular para que el bebé pueda estirarse en su cuna sintiéndose cómodo.
Otro caso: la otitis. De nuevo, un ejercicio de normalización de los huesos craneales puede ayudar a aliviar el dolor de oídos sin necesidad de medicación ni de drenajes de tímpano. Es uno de los problemas que pueden surgir durante la cesárea, porque el niño es “extraído” del vientre de la madre tirando de su cabeza, lo que puede provocar un movimiento de los huesos del cráneo.
El caso del asma, una de las principales preocupaciones de la edad infantil, merece un poco más de atención. En muchos casos, no es un asma real. Existen dos tipos de asma, la que provoca dificultades de respiración al inspirar y la que las provoca al espirar. Ésta última es el asma más problemática; sin embargo, a menudo se confunde con el asma inspiratoria, que en realidad es una disnea respiratoria que provoca una tos corta y continua. Y esta disnea está causada por un bloqueo de las tres primeras costillas, a veces la cuarta, entre otras causas añadidas, y esto puede ir acompañado de una tos, provocada por la primera cervical, que se encuentra en una posición anormal de rotación. Con las sesiones osteopáticas, se pueden solucionar estos bloqueos y, por tanto, arreglar estas disfunciones respiratorias totalmente reversibles.
Finalmente, otro caso muy común que también puede ser tratado con osteopatía son los trastornos de hiperactividad y TDAH. No se trata solamente de una manera distinta de interpretar estas conductas, sino también una solución para no medicar a los niños en exceso. Y esto siempre vale la pena considerarlo.


TRATAMIENTO PROFESIONAL APLICADO POR: ALMUDENA
SOY OSTEOPATA, Y PROFESORA DE YOGA PRENATAL, ESTOY DIPLOMADA Y AVALADA POR EL OSTEOPATA DOMINGO RUBIO, CREADOR DEL METODO RUBIO PARA COLICOS LACTANTES, Diplomada en Formación Especializada de Osteopatía Infantil  (IFENTI: Instituto de Formación y Desarrollo Clínico en Terapias Infantiles)

Citas: 676008277


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