Me llamo Almudena Checa Aparicio. Actualmente vivo en
Zarzalejo (pequeño pueblo de la Sierra Oeste de Madrid). Soy profesora de Hatha
Yoga desde hace 20 años, osteópata, especializada en el Método Rubio para
el cólico lactante, Diplomada en Formación
Especializada de Osteopatía Infantil en IFENTI (instituto de formación y
desarrollo clínico en terapias infantiles) y últimamente elaboro artesanía infantil. He
abierto una tienda virtual a través de artesanio.com llamada Lunetas&Floretas.
CITAS: 676.008.277
Si te resulta más cómodo puedo atender a tu bebe en tu DOMICILIO
Si te resulta más cómodo puedo atender a tu bebe en tu DOMICILIO
Habrás podido comprobar, si tu bebé padece cólicos, lo
difícil que resulta calmarle una vez comienza a llorar. No existe una fórmula
definitiva para aliviar los cólicos del bebé lactante. No obstante, se piensa
que el contacto físico piel con piel, el calor y algunas posturas pueden ayudar
a que el llanto del bebé lactante pierda intensidad e incluso desaparezca.
Lo primero que has de hacer si tu bebé tiene cólicos
es atenderle. Un bebé que llora quiere comunicar algo. Necesita atención.
Si tu bebé tiene cólicos, la mejor manera de calmarle
será cogerle en brazos, cerca del cuerpo. Acunarle suavemente, cantarle,
llevarlo junto al cuerpo en mochila o chal... ayudarán a disminuir la
intensidad del llanto. Más allá de los 3 meses, casi ningún niño tiene ya
cólicos.
La mejor postura para calmar al bebé con cólicos
La mejor postura para aliviar los cólicos es
manteniendo al bebé incorporado, con la
cabeza elevada, sobre el hombro de
quien lo sostiene.
El "canguro" portabebés es muy eficaz.
Algunas madres prefieren sujetar al bebé con un fular
portabebés o chal al estilo "indígena".
Otros bebés se calman boca abajo. Puedes colocar a tu
bebé sobre el antebrazo o sobre las rodillas. Si le sitúas sobre tu pecho, el
contacto corporal será mayor.
Para algunos padres es muy eficaz acostar al bebé con
ellos. Ver El sueño.
El calor ayuda a aliviar los cólicos del lactante
Se puede reducir la intensidad del llanto del bebé con
cólicos aplicando un poco de calor sobre su piel. Colocar al bebé sobre una
bolsa de agua templada o cubrirle con una manta previamente calentada puede
servir para aliviar su llanto. Para aliviar los cólicos, la mejor solución
sigue siendo el contacto
piel con piel. De este modo, el bebé con cólicos percibe, además del
calor, la proximidad de su madre, contribuyendo todo ello a darle una sensación
de protección que le ayudará a calmarse.
El bebé con cólicos no llora por hambre. Es posible
que no acepte nada y siga llorando. Lo más eficaz es el contacto físico.
Algunos bebés aceptan el pecho cuando tienen cólicos,
aunque no sea "su hora". El pecho no solo brinda alimento, sino
también calor y consuelo. Los que toman leche artificial, a veces se calman con
una tisana inocua (manzanilla).
Recuerda que no conviene dar tisanas a los que toman
el pecho (pues interfiere con el tipo de succión).
Muchos padres intentan dar masajes en el abdomen del
bebé. Bien con su propia mano, bien flexionando los muslos del bebé sobre su
tripa. Ambas cosas pueden ayudar a ventosear al bebé si lo necesita (Ver
"Gases y cólicos del lactante" en ¿Por qué se producen los cólicos del lactante? ).
Sin embargo, lo más probable es que el bebé con
cólicos siga llorando aún después del masaje. Otros prefieren dar un masaje por
todo el cuerpo, untándose las manos de crema hidratante o aceite vegetal. Esto
es una costumbre procedente de culturas orientales.
Lo que de veras le sirve al niño es el contacto.
Aunque no llegue a calmarse.
Ningún fármaco ha demostrado ser eficaz para los
cólicos. Los anti flatulentos o carminativos son inocuos (es decir, no hacen
daño) pero tampoco tienen ningún efecto (o sea, actúan por efecto placebo).
Algunos productos utilizados aún hoy contienen además
sedantes (luminar, atropina...) que pueden ser peligrosos para el bebé.
Las infusiones comerciales instantáneas no son
especialmente eficaces. Están contraindicadas si el bebé toma pecho (para no
interferir con la producción de leche y para no inducir confusión en el tipo de
succión). Algunas de estas infusiones comerciales tienen un excesivo contenido
en azúcar, inadecuado para los bebés.
No se "malcría" a un bebé a tan temprana
edad, pues aún no tiene memoria suficiente para aprender "mañas".
Si se coge en brazos a
los bebés "solamente" cuando lloran, sí pueden llegar a
desarrollar un reflejo condicionado y llorar cada vez que necesiten atención.
Está comprobado que los bebés cuyos padres les toman
en brazos a menudo (tanto si lloran como si no lo hacen) son más tranquilos y
lloran menos, no sólo durante los primeros meses sino más adelante.
Además desarrollan vínculos profundos de seguridad y
confianza con sus cuidadores y posteriormente, en la edad adulta son más
capaces de desarrollar vínculos interpersonales estables.
Los bebés de otras culturas, que siempre están
colgando de sus madres, no suelen tener cólicos, ni son especialmente
"malcriados”. Por el contrario, en las culturas en que el contacto físico
con los bebés es muy pobre (como algunas de Asia Central, por la creencia de
que les debilita), los bebés suelen convertirse en personas más agresivas.
¿por qué algunos bebés padecen cólicos del lactante?
Ni siquiera la comunidad científica conoce las causas
del cólico del lactante. Se ha apuntado que diferentes factores como los gases,
la intolerancia a la proteína de la leche o el temperamento del bebé, pueden
incrementar estos episodios de llanto intenso que afectan a bebés de hasta tres
meses de vida. La ansiedad que a veces asalta a los padres primerizos también
favorece la aparición de cólicos.
Los cólicos del bebé, o del lactante, son largos
episodios de llanto que se producen durante los primeros meses de vida del
bebé.
Las madres sufren especialmente, pues no entienden el
motivo del llanto y se sienten impotentes para consolar al bebé.
Y es que el motivo de los cólicos no está del todo
claro, ni siquiera para la comunidad científica.
Existen diferentes teorías que explican la aparición
de cólicos en el bebé lactante, aunque en algunos casos pueden confluir varias
causas.
A. Gases y cólicos del lactante
La teoría más extendida, la que apoyan la mayoría de
las abuelas y muchos pediatras, es que los cólicos se producen por la presencia
de gases en el aparato digestivo del bebé.
Esta teoría se fundamenta en el hecho de que, durante
los episodios de cólicos, el bebé se encoge y tiene la tripa dura.
Pero, de tratarse de gases, lo normal sería que el
bebé llorara después de cada comida y sin embargo, lo común es que los cólicos
se produzcan solo una vez al día, frecuentemente por la tarde. Si el bebé come
entre 8 y 10 veces al día, ¿por qué sólo le molestan los gases al atardecer?
Es más que posible que los gases favorezcan los
cólicos del bebé. Sin embargo, nada indica que sea la única causa.
Existen medicamentos llamados "anti
flatulentos" (contra los gases), que se promocionan como la solución
definitiva para este problema. Estudios realizados indican que los anti
flatulentos no poseen ningún efecto real, por lo que no se recomienda su uso en
bebés con cólicos.
B. Cólicos del lactante e intolerancia a la leche de
vaca
Esta teoría surgió hace unos diez años con el fin de
explicar el motivo de los cólicos del lactante. Se apoya en los resultados de
un estudio, por el que se demostró que los cólicos de algunos bebés,
alimentados con fórmula infantil, disminuían al sustituir la fórmula habitual
(a partir de leche de vaca) por otra de origen vegetal o en la que las
proteínas están hidrolizadas, es decir, fragmentadas en porciones más pequeñas
y son, por tanto, más fáciles de digerir.
Esta teoría remite, de nuevo, a problemas digestivos,
pues son los más frecuentes durante los primeros de vida del bebé.
La alergia a la leche de vaca es, por su parte, la más
frecuente de todas las alergias en la infancia. Algunos bebés que toman el
pecho presentan intolerancia a las proteínas de la leche que toma su
madre. Estos casos mejoran si la madre deja de tomar leche.
Muchos niños siguen llorando a pesar de cambiarles el
tipo de leche a una de origen vegetal o hidrolizada (que además son mucho más
caras). Esto demuestra de nuevo que no hay una única causa de los cólicos, sino
más bien una confluencia de varias circunstancias.
C. Ansiedad materna y cólicos del lactante
Los primogénitos suelen ser más "llorones"
que el segundo o tercer hijo. Aunque esto no es siempre así, existe un argumento
que atribuye los cólicos del bebé primogénito a la inseguridad y las dudas de
los padres primerizos. Las grandes expectativas puestas en el hijo crean mucha
ansiedad. Se desea hacerlo todo bien. Se sobrevaloran los detalles.
Aunque todo ello es perfectamente comprensible,
conviene evitar la cara negativa de este natural "perfeccionismo": el
estrés, la ansiedad, la tensión... El bebé percibirá la inseguridad de sus
padres a través de su comportamiento y ello hará que sus cólicos sean más
prolongados.
Una vez más, nada apunta a que esta teoría, que
explica los cólicos del bebé desde una perspectiva emocional, sea la única y
definitiva.
Además, no solo los primogénitos tienen cólicos.
También pueden padecer cólicos los bebés nacidos en segundo, tercer lugar,
etc., cuyos padres están, como es natural, más tranquilos y confiados.
D. Cólicos y temperamento: Bebés fáciles y difíciles
Se describen dos tipos de temperamento en el bebé: De
unos se dice que son "bebés fáciles" y de otros que son "bebés
difíciles".
Los "bebés difíciles" tienen un horario más
impredecible, son más irregulares; suelen llorar más y, cuando lo hacen,
resulta más difícil calmarlos.
Los bebés "fáciles" suelen ser tranquilos,
de horario regular; se despiertan de forma apacible y, aunque lloren, se calman
pronto al ser atendidos.
Los cólicos pueden estar relacionados con el temperamento del bebé, algo que nadie ha elegido.
Un bebé de pocos meses y con tendencia al llanto, difícilmente podrá
"dominarse".
E. Adaptación del bebé a la vida extrauterina
El recién nacido conoce tan sólo, vagamente, un
ambiente: el vientre de su madre. La cavidad uterina es un espacio
estable, en el que los cambios son casi imperceptibles. Al nacer y pasar a la
vida en el exterior, el bebé tiene que registrar innumerables estímulos
nuevos: sonidos, luces, movimientos, contracciones de su intestino...El
recién nacido no sabe ordenar ni entender ninguno de estos estímulos a los
que el adulto está acostumbrado. La adaptación al medio extrauterino será la
primera que tendrá que realizar en su vida y, posiblemente, una de las más
duras.
La mayoría de los bebés se tranquilizan cuando son tomados
en brazos. Se cree que, de alguna manera, este contacto físico con la madre
devuelve al bebé a su "anterior vida" en el útero. Lo cierto es que
casi todos los bebés lloran un rato por las tardes a partir de la segunda o
tercera semana de vida y que la mayoría de los cólicos desaparecen cuando el
bebé desarrolla mejor su capacidad de comunicación, alrededor de los 3 meses.
TRATAMIENTO PROFESIONAL APLICADO POR: ALMUDENA CHECA
APARICIO. OSTEOPATA, QUIROMASAJISTA Y PROFESORA DE HATHA YOGA Y YOGA PRENATAL. DIPLOMADA
Y AVALADA POR EL OSTEOPATA DOMINGO RUBIO, CREADOR DEL METODO RUBIO PARA COLICOS
LACTANTES. DIPLOMADA EN FORMACIÓN
ESPECIALIZADA DE OSTEOPATÍA INFANTIL EN IFENTI (INSTITUTO DE FORMACIÓN Y
DESARROLLO CLÍNICO EN TERAPIAS INFANTILES)
CITAS: 676.008.277
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