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Tras la fecundación, se producen muchos cambios en el cuerpo de la
mujer embarazada,
debido a que el desarrollo del bebé en el útero produce grandes cambios
bioquímicos. Por este motivo, las futuras mamás empiezan a percibir muchas
señales asociadas al embarazo.
La primera es la falta de la menstruación,
pero como no todas las mujeres tienen periodos regulares es importante observar
otras señales como el aumento de tamaño de los pechos, las náuseas, la acidez,
la fatiga
o cansancio o las micciones frecuentes. No obstante, es importante
que la mujer confirme el diagnóstico con una prueba de
embarazo, aunque presente todos los síntomas, y que acuda a su
médico.
Los test de embarazo
son capaces de detectar la presencia de una hormona llamada gonadotropina
coriónica, que es producida por la placenta y se encuentra presente en la
sangre y en la orina de la mujer embarazada.
La vida de tu bebé comienza cuando
un espermatozoide
fertiliza uno de tus óvulos. Al cabo de media hora, el huevo fertilizado se va
dividiendo en numerosas células
mientras viaja por la trompa de Falopio hacia
el útero para implantarse en la pared del útero
donde continuará su desarrollo. A las tres
semanas, el embrión ya tiene un pequeño corazoncito que comienza a
latir. Al final de la cuarta semana, se reconoce fácilmente la cabeza, que ya
posee un rudimentario cerebro y comienzan a reconocerse también los brazos y
las piernas.
Al comienzo del segundo mes de embarazo, se observan ojos,
nariz y orejas. El embrión
puede mover la cabeza y su cuerpo y su comunicación con el mundo exterior ha
comenzado. Entre la tercera y la octava semana se desarrollan las bases de
todas las estructuras internas y externas de su cuerpo y a lo largo del tercer
mes, su corazón
late con más fuerza. El corazón del
feto late dos veces más rápido que el de su mamá y funciona a partir del
segundo mes de gestación. Su rostro aún no está bien dibujado, pero comienza a
tener expresiones faciales. Aunque ya se mueve, sus movimientos todavía son
imperceptibles para la madre. Sus órganos
reproductores se forman durante el tercer mes de embarazo.
Segundo
trimestre del embarazo
A partir del cuarto
mes, aparecen los reflejos de absorber y tragar. La cabeza empieza a
desarrollarse más activamente que el resto del cuerpo y el rostro se define.
Sus sentidos también adquieren nuevas habilidades y reacciona con la música
y los sonidos fuertes.
A partir del quinto mes, ya puede oírte, su sentido del tacto está preparado y
empieza a mover brazos y piernas con suficiente fuerza. La madre puede captar sus movimientos. Sus dedos adquieren
agilidad y empieza a desarrollar coordinación y fuerza.
Durante el sexto
mes, el feto puede guiñar
los ojos y mover algún dedo.
Esos movimientos pueden suceder cada 10 segundos. El crecimiento
del feto es impresionante. Según algunas investigaciones, desde el
momento de la ovulación de la
madre hasta el final de la sexta semana de embarazo, el peso del feto
habrá aumentado 10.000 veces.
Final de la
gestación del bebé
A partir del séptimo
mes de gestación, el bebé
se prepara para su nacimiento. Empezará acumulando grasa,
continuará formando su sistema respiratorio y terminará posicionándose cabeza a
bajo para nacer. En esta esta etapa, el feto ya tiene una rutina. Se despierta
y duerme
varias veces al día.
Hacia el séptimo
mes del desarrollo del bebé, su sistema nervioso ha madurado
hasta el punto de controlar la función respiratoria y la temperatura corporal, los pulmones serían capaces de respirar
si naciera en este momento. Sus movimientos son más organizados y sus músculos
más fuertes. Al final de este mes, ya
puede ver, reacciona a los cambios de luz y puede seguir una fuente luminosa.
Al octavo
mes, el sistema nervioso está formado y listo para operar a través
de una compleja masa de neuronas cuyas señales se transforman en mensajes,
ideas, decisiones y memoria.
Al noveno
mes, continuará creciendo y desarrollándose hasta nacer. El bebé
tendrá menos espacio en la barriga de su mamá. Pero entre el séptimo y el octavo mes es muy normal que
empiece a dar patadas y su mamá notará cuándo está o no agitado según los
movimientos de su barriga.
La madre podrá identificar dónde se encuentra la cabeza o el culete de su bebé.
Marisol Nuevo.
Guiainfantil.com
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