Los bebés lloran. No tienen otra
manera de expresarse, así que lloran cuando algo no les gusta, cuando se
sienten molestos por lo que sea y cuando necesitan que les atiendas. Eso es el
llanto normal de un bebé, pedir para que alguien le provea cuidados. Además del
llanto normal, que no es para nada el llamado cólico, sino llanto, hay algunos
bebés, que no todos, que por la tarde o noche lloran más de lo habitual,
durante un buen rato y, al parecer, sin solución aparente.
Es lo que se denomina llanto incontrolable del bebé (también
lo he visto denominar llanto inconsolable del bebé), que se conoce
coloquialmente como cólicos del bebé
porque se asocian a algún tipo de dolor intestinal o abdominal, y que se
caracteriza por episodios de llanto que pueden durar hasta 2-3 horas al día,
que suceden más de tres días a la semana y que se dan cuando el bebé tiene
menos de 3 meses. Ahora bien, ¿qué son
en realidad los cólicos? ¿Por qué lloran tanto?
Dolor
abdominal
Los bebés lloran, se arquean hacia
atrás y da la sensación de que ciertamente les duele la barriga. Por eso se
llaman cólicos, porque de verdad parece que tienen algún problema intestinal o
estomacal, malas digestiones o algo similar, por inmadurez, y que con el tiempo
dejarán de tenerlas.
Cuando nació Jon, mi hijo el mayor,
lloraba mucho por las tardes y pensamos que era eso. Por eso lo poníamos con su
espalda contra nuestro pecho y con la mano sujetábamos su barriga. Parecía que
le calmaba un poco, pero tampoco es que fuera la panacea. Vamos, que a veces
servía y a veces no tanto.
Se ha dicho que el causante de los
cólicos podría ser algún tipo de bacteria y parece que al respecto
han funcionado algunos probióticos, mejorando la flora del bebé y
aliviando un poco las molestias.
En las farmacias venden también
preparados para los cólicos de los bebés, compuestos normalmente por manzanilla
e hinojo, que funcionan muy bien en algunos bebés pero que no hacen
absolutamente nada a otros. Esto nos lleva a pensar que el llanto incontrolable del bebé podría ser un problema con diversas y
diferentes causas.
A mí la del dolor de barriga nunca
me ha emocionado demasiado por una razón lógica: si te molesta la barriga, si
tienes problemas de digestión, inmadurez o una bacteria que te está molestando,
debería dolerte la tripa a todas horas.
O quizás a todas horas no, pero a veces por la mañana, a veces por la tarde y a
veces por la noche. Sin embargo, cuando hablamos de este tipo de llanto, sucede
avanzada la tarde y hacia la noche. Y un llanto con horario difícilmente puede
deberse a una molestia física, porque los dolores internos, que yo sepa, no
tienen horario, ¿no?
Inmadurez en
todos los sentidos
Se habla también de intolerancias a
proteínas de la leche y cosas similares, pero entonces no estaríamos hablando
de cólicos o llanto incontrolable, sino de eso, de intolerancias, así que sin
tratar ese tema y dando por sentado que los bebés que lloran no tienen
necesariamente una intolerancia a algo que comen o que comen sus madres, nos
queda la otra hipótesis, con la que sí me caso, que es la que dice que los bebés son muy, muy inmaduros y por ello
están inadaptados al medio.
Como hemos explicado ya en diversas
ocasiones, los bebés humanos nacen terriblemente prematuros e incapaces.
Incapaces de sobrevivir sin el cuidado de sus padres, de moverse, de valerse
por sí mismos, etc. Esa inmadurez (nacen con el cerebro desarrollado sólo en un
25% de lo que será en la edad adulta) les afecta en todos los sentidos. No son
capaces de razonar, no son capaces de aprender prácticamente nada hasta que
pasan semanas y meses y, en consecuencia, tienen serias dificultades para
adaptarse a un mundo que no siempre está preparado para ellos.
Ruidos de coches, motos, puertas,
bolsas de plástico (lo que les llega a asustar, oye), voces, olores que no
conocen, manos que les cogen diferente a papá y mamá, luces, temperaturas
varias, etc., y a todo ello le sumas la ausencia de lo que ya conocen, que es
un medio caliente, húmedo y con un olor y sabor que ya conocen (el líquido amniótico)
y el ruido de la voz de mamá amortiguada, el ruido de sus tripas y el latir
constante de su corazón. O sea, que no es solo la presencia de unos estímulos
nuevos, sino también la ausencia de los
estímulos que sí conocen, lo que les lleva a sentirse fuera de lugar.
Y ese fuera de lugar, ese "este
no es mi sitio", que no es un pensamiento racional sino una sensación, un
bloqueo mental, un hasta aquí llego, se acaba expresando en forma de llanto incontrolable. ¿Sabéis cuando
no podéis más y os dan tantas ganas de salir a la ventana a gritar? Pues mira,
hay quien sale y lo hace, grita. Hay quien prefiere no hacerlo y coge lo que
pilla en la nevera y se lo mete todo para dentro, hay quien llama a su mejor
amigo y se desahoga, hay quien... pues los bebés no tienen ventana que abrir,
helado que devorar ni amigo a quien llamar, así que sólo les queda una, llorar
como posesos hasta caer rendidos.
¿Y qué
podemos hacer?
Si se supone que los cólicos se
deben a un bloqueo, lo que hay que intentar es prevenir ese bloqueo mental. Se
dice que en las culturas en la que los niños van siempre en brazos los niños no
padecen cólicos, que ahí no saben qué es eso de que un bebé llore durante un
buen rato sin razón aparente. Por eso se recomienda que los padres cojan mucho a
sus bebés.
Si será cierto o no, no lo sé. Yo
como padre os puedo asegurar que mis hijos han pasado mucho, pero mucho tiempo
en brazos (el tercero, Guim, no salió de ellos), y los tres lloraban a partir de las seis que daba gusto. O sea, que
lo de los brazos, pues puede que sí, pero podría haber más.
En esas culturas los niños son
morenitos, las madres, hermanas o familiares les llevan en trapos y ahí van
todo el día, sin llorar. No creo que se diferencien mucho de mis hijos, que
iban todo el día en brazos en ese aspecto, pero sí había una diferencia. Nosotros no vivimos ahí donde viven ellos,
sin ruidos ambientales artificiales, rodeados de naturaleza viva y con,
probablemente, menos estímulos visuales y sonoros en general.
¿Será eso? No lo sé, pero como irnos
a vivir a un pueblo no sé si es una opción para todos, y ni siquiera sé si será
una solución lógica para un llanto que a los tres meses desaparecerá, no nos
queda otra que cogernos a lo lógico: darle
tranquilidad y seguridad al bebé y tener la paciencia necesaria para
sobrellevar esos momentos del mejor modo que podamos.
Y esto se consigue llevándolo en
vertical (no sea que haya gases), en brazos tanto como podamos y evitando que
se estimule en exceso con inputs que le puedan molestar: sonidos
fuertes, olores fuertes o desagradables, ir de brazos en brazos de
desconocidos, mantenerles despiertos para que luego por la noche duerman más
(no funciona y además es cruel para ellos), etc. Y si sospechamos que hay algo
de barriga, pues lo dicho, probar algún remedio anti cólicos por si cae esa
breva o esperar, simplemente, con mucho
cariño, mucha caricia y pasando el bebé a la pareja cuando no podamos más,
a que llegue el día en que, de repente, los cólicos hayan desaparecido.
Si no te funciona estas sabias
experiencias
¡¡LLAMAME!!