Llegan las siete de la tarde y, sin motivo aparente,
su bebé empieza a llorar desconsoladamente. Usted lo intenta de mil maneras,
pero no consigue calmarlo con ninguna de ellas. Se desespera. Y, de repente,
tres horas después, el llanto desaparece de una forma tan repentina como cuando
comenzó. ¿Se ve reflejado en el caso? ¿A usted también le pasa?
Los llamados cólicos del lactante traen de cabeza a
muchos padres, sobre todo si
acaban de tener a su primer bebé. Estos episodios
son, de hecho, un motivo frecuente de consulta médica en las primeras semanas
de vida del recién nacido.
El caso típico es el de unos padres que a la 1 de la
madrugada no pueden más y se van a urgencias pensando que a su bebé le pasa
algo grave, cuando llegan el bebé ya está dormido y los padres tratan de
explicarse pensando que no les van a creer.
Se considera que se da un cólico del lactante si el
llanto:
- Aparece antes del tercer mes de vida (generalmente no antes de los primeros 15 días)
- Dura tres o más horas al día (normalmente el inicio es a última hora de la tarde, aunque no siempre es así)
- Se prolonga durante tres o más días a la semana.
Debido a los gases y estiramientos bruscos que a
menudo acompañan a los cólicos, tradicionalmente se ha asociado el problema a
molestias intestinales, aunque lo